Ahorrar con tu Aire Acondicionado
El aire acondicionado supone sólo el 1% del consumo de energía anual, pero es muy importante utilizarlo de manera adecuada para evitar sobrecostes innecesarios. Elegir un aparato clasificado como A en el etiquetado energético supone un consumo 3 veces inferior al que tendría si estuviera clasificado como G. Hay que aprovechar las horas del día más frescas para ventilar la casa y por supuesto evitar abrir puertas y ventanas con el aire acondicionado en funcionamiento.
La temperatura recomendada para el hogar es de 26ºC y para mantenerla se puede recurrir al aislamiento térmico (que también nos ayudará a mantener la temperatura idónea en invierno), o al uso de toldos. Para que nuestro aparato de aire acondicionado funcione en condiciones óptimas, debe colocarse en zonas donde no les dé la luz del sol, alejados de fuentes de calor y en zonas que estén bien ventiladas.
Cuando encienda el aparato de aire acondicionado, no ajuste el termostato a una temperatura más baja de lo normal: no enfriará la casa más rápido y el enfriamiento podría resultar excesivo y, por tanto, un gasto innecesario.
Es importante dejarse aconsejar por un profesional cualificado sobre el tipo de equipamiento y potencia que mejor responda a nuestras necesidades de frío/calor, dependiendo de las características de las habitaciones a climatizar.
Tabla orientativa para elegir la Potencia de refrigeración de un equipo de aire acondicionado:
Superficie a refrigerar | Potencia refrigerante en kW |
---|---|
9 – 15 | 1,5 |
15 – 20 | 1,8 |
20 – 25 | 2,1 |
25 -30 | 2,4 |
30 – 35 | 2,7 |
35 – 40 | 3 |
40 – 50 | 3,6 |
50 – 60 | 4,2 |